La trascendencia de una banda y de su música implica además de la conjunción de sonidos, una magia particular que se logra transmitir entre el artista y el receptor.
El álbum de la semana en La Juerga Posmoderna es PRIMARIO de la banda mexicana DLD integrada por Francisco Familiar, PJ Hansen y Erik Neville, tres talentos, tres sueños que a través del esfuerzo constante durante ya varios años, han logrado consolidar su música y su buen rock en el gusto de un público variado y cada vez más exigente.
Primario consta de 12 rolas que logran sintetizar la historia de las vidas de los integrantes de la banda, pero a su vez, historias con las cuáles tú y yo nos podemos identificar, lo cual demuestra que la buena música no implica únicamente la explosión de instrumentos, sino toda una energía que en conjunto con frases y experiencias propias de la vida real, logran hacernos reír, llorar, recordar, bailar… vibrar.
Muchos dicen que «es de humanos cometer errores», pero ¿qué la vida no está hecha para aprender de ellos?, «no estamos para actuar la verdad, ni pedir perdón» es la premisa de Animal, premisa que invita a no perder tiempo en remordimientos, a vivir, a disfrutar, porque el tiempo no perdona y porque de cada tropiezo, de cada error, siempre queda algo bueno.
El amor o la relación con alguien se puede transformar en un asunto complejo si se pierde el interés por una de las partes y la otra simplemente comienza a desgastarse. «Ayer quería matarte a besos, hoy ya no» sobrepasa la idea banal del despecho, exaltando el cansancio del corazón, cansancio en donde se deja de estar dispuesto a dar todo sin recibir nada a cambio y en donde la sentencia es clara: prefiero mi estabilidad. Arsénico es la canción ideal si lo que quieres decir es «¿qué se siente tenerme y después perderme?»
¿Hasta qué punto se vale ilusionarse, soñar, crear historias en donde nuestra felicidad y futuro están a la deriva? Eso es El tamaño de las cosas, la esperanza que ofrece el «tal vez», la ilusión del «quizás» .
Y aquí estoy, preguntando por la vida de alguien más.»
Cuando se tiene algún logro siempre se sueña con más, nunca se esta satisfecho, nunca nos conformamos, pero ¿qué nos queda de todo eso?, ¿disfrutamos cada segundo de nuestra vida o nos encargamos de vivir para satisfacer a los demás?. La era moderna refleja esa terrible necesidad de siempre pedir más sin detenernos un segundo a mirar hacia nuestro interior, a analizar qué tan felices nos hace tenerlo todo, exigirnos, pasar el tiempo preocupados por subir sin pensar en la posibilidad que se puede caer.
Y si fuera hoy nuestro día final.
Y si esto fuera lo último que vas a escuchar de mi.
¿que cambiarías?»
Y así podría seguir describiendo lo que cada una de esas doce canciones movió en mi interior, pero eso sería como contarles el final de una película que quieren ver, así que lo único que puedo hacer es recomendar ampliamente este material.
Atrévanse a regresar a lo esencial con PRIMARIO, disfruten de la buena música que se genera en México y vibren con Todo cuenta, reflexionen con necesidad, lloren con Canción de cuna, griten con Mi voz, adoren más los Viernes, recuerden con A distancia y Sea lo que sea no le pierdan rastro a los chicos de DLD.
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Disfruten entonces «El álbum de la semana».
—Evelyn Rojas (@SoyEve1)
La juerga posmoderna 